Hace poco hice una crítica a la novela "Lágrimas de luz" de Marín, un libro que nunca me ha acabado de convencer, pero hoy voy a dar a la de cal, la de arena, pues su última novela "Los espejos turbios" es una magnífica novela negra, muy española, de peripecias más que de intriga, algo chabacana por necesidad del género, pero con mucho humor, y que se lee de un tirón en un par de días o tres. Engancha desde la primera página gracias a una historia sencilla, sin artificios, pero con mucha miga y unos personajes muy bien definidos y perfectamente reconocibles en nuestra sociedad (desde entrañables, a hijos de puta de tomo y lomo).
Rectifico pues, en parte, mi crítica hacia Rafael Marín. Es un buen escritor, pues domina mútiples estilos con solvencia, aunque me ha convencido más con esta novela que con la CF.