Pocas veces, muy pocas veces, leo algo que no sea literatura de nuestros amados géneros, es decir: ciencia ficción, fantasía o terror. Rara vez, digo, me acerco a lo que llaman corriente mainstream, y si alguna vez lo hago, esas contadas ocasiones, siempre se ha tratado de un autor español, sin contar, claro, los clásicos que ya estudié en mi época de estudiante universitario, si no refiriéndome a algún autor superventas de literatura generalista; pero los puedo contar con la palma de la mano (recuerdo ahora mismo, por ejemplo, Gómez jurado y su "Leyenda del ladrón" o Pérez Reverte, del que sí que leído mucho).
A lo que voy, lo que quería confesar en esta entrada es la debilidad que tengo hacía una escritora que no se puede considerar una autora de género, más por su profesión y por sus ventas y repercusión mediática, que realmente por sus libros. Esa escritora, difícil a veces de clasificar, es Rosa montero. Y por ello, aquí estoy comenzando su libro "La loca de la casa", como llamaba supuestamente Santa Teresa de Jesús a la imaginación. Este libro es algo así como el "Mientras escribo" de Stephen King (que también he tenido la oportunidad de leer), pero con el toque Rosa Montero, igualmente autobiográfico, pero con esa idiosincrasia española; un texto más fabulador y poético que el del señor King. Cada novela de esta autora es diferente en cuanto a temática, incluso género, pero su voz es siempre la misma y reconocible, con ese feminismo suyo tan sencillo, coherente y acertado, alejado del extremismo irracional. "El rey transparente" o "Lágrimas en la lluvia" me parecen sensacionales.
Aún no he terminado el libro, pero me reitero en mi debilidad. Ya lo dice ella en este libro, que su fuerte es conquistar con las palabras...
