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Saludos fans de la Ciencia Ficción!!!Me llamo Iván Avila y os doy la bienvenida a mi blog. En él encontraréis un espacio en el que compartir nuestras inquietudes, visiones y gustos sobre la Ciencia Ficción y la literatura Fantástica en general. Cada semana iré introduciendo un relato de cosecha propia, junto con comentarios sobre mis lecturas, recomendaciones, clásicos, novedades y demás historias.Espero que lo visitéis a menudo y paséis un buen rato leyendo y compartiendo conmigo nuestra pasión común por la Ciencia Ficción.

jueves, 16 de junio de 2016

Reseña: "Hielase la sangre" de Robert Bloch.

Intentando salir del tópico de ser el autor de "Psyco", me propuse leer algo de este autor que no fuera precisamente la obra que llevó Hitchcock al cine, y me decidí por esta colección de relatos, que si bien por el título parece estar dedicada enteramente al terror, tiene también mucho de CF en sus líneas.
Los relatos son por lo general sencillamente geniales, fantásticos; originales dentro de lo que podíamos encasillar como "de corte clásico". El sentido de la maravilla y las sorpresas están presentes en casi todos los relatos. Exceptuando alguno menos logrado, la mayoría son verdaderas obras de arte. Y si no me creéis probad a leer "Donde pacen los búfalos", "Me gustan las rubias" o "Cavad esa fosa", por mencionar sólo un par de ellos.
Lo dicho, una lectura muy recomendable.

7 comentarios:

  1. Historia de un bolsilibro.



    empezaré presentándome, mi título es "la última bala" y fui impreso en Barcelona en 1979 y no puedo presumir de ser una de las mejores novelas de John Monroe, si no una más de las muchas q escribió en su larga carrera como escritor de bolsilibros, como nos llaman, o también novelas de a duro, aunque en 1979 ya costábamos bastante más de cinco pesetas. que quién es John Monroe, bueno, os diré cuatro cosas de él, sin extenderme mucho, pues lo q me gustaría, sobre todo, es contaros mi propia historia.

    John Monroe es en realidad Juan Manuel montes Nieto nacido en Vic oriundo de una familia zamorana, llegada a Cataluña con la esperanza de prosperar. sus padres regentaban una ferretería con mucha clientela los curas jesuitas o salesianos se fijan en el pronto por lo vivaz e inteligente y le internan unos años allí comienzan su lectura si te veo vuelvo a casa y tienes que hacer la mili en Burgos allí sigue leyendo y escribe por primera vez y gana un concurso de una entidad bancaria de la capital burgalesa lo que le permite pasar unos últimos meses de mili desahogado holgadamente y fumando como un carretero al volver decide dedicarse a la literatura no al negocio familiar su padre, en un alarde de generosidad para la época y la educación paterno-filial, le dio un año de plazo para demostrar su valía, si no le echaría de casa. tras un año aporreando su olivetti sin descanso y enviando con éxito originales a las editoriales, John Monroe ya era conocido en todos los kioscos de España. fontaneros taxistas electricistas obreros oficinistas de todo tipo y género pero sobre todo hombres hasta alguna mujer leía y sabía quién era John Moore.

    el caso es que nada más nacer fui llevado en una Renault 4 blanca a una ciudad gris oscura sin playa ni mal llamada Valladolid tan distinta a mi ciudad de impresión, yendo a parar a un kiosco de un barrio obrero llamado de las delicias. el kiosko de Celes era regentado por un señor con cara de muy pocos amigos que igual te vendía una piruleta una gominola que te se lleva una quiniela o te vendía un bolsilibro. describir el kiosko de los productos de la época indumentaria costumbres vehículos aspectos sociales y culturales de la época de mediados de los ochenta los clientes típicos de la indiscreta las revistas la dueña a la venta de tabaco suelto a menores sin ningún problema legal los niños robando chuches recargo de 5 pesetas por el cambio de los bolsillos de escribir el barrio obrero las historias de cada dueño lector del bolsilibro protagonista en su casa trabajo vida cotidiana recuerdo de los años 80, allí yo veía.....(narra el bolsilibro protagonista) primero me compró un viejecillo qué me llevo a una casa en total las paredes totalmente empapeladas y con una televisión en blanco y negro con un palillo en el botón rojo del encendido. este transler me rápidamente me cambio en una famosa y concurrida plaza de Vallisoletana llamada de Cantarranas donde los domingos por la mañana abuelos padres y nietos cambiaban cromos y bolsilibros. mi siguiente dueño fue un chico que también coleccionaba muchos tebeos super humor y el corsario de hierro el capitán trueno y de Conan

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  2. este lector en cuestión me tuvo en cautiverio muchos años en un cajón por aburrimiento y totalmente desquiciado llegué a leerme a mí mismo una y otra vez hasta que me sube de memoria la historia que contaban mis letras al principio me gustaba cuando el protagonista mataba y se venga va de los pérfidos asesinos de su familia pero al final casi acabo al borde de la locura fue liberado de mi oscura prisión una soleada tarde de verano de 1995 el muchacho ella iba a la universidad deseaba ver mundo y ser leído. me lleva a clase de la Universidad como ejemplo para la asignatura de géneros menores y marginales de la literatura española la profesora está era joven y estaba muy muy buena una morena de ojos azules y grandísimos pechos ya no sabemos si naturales o no tras aquello me llevo a una librería de viejo dónde me vendió por 50 pesetas me compro un de un aspirante a escritor interesado en los bolsillos y en mi autor algo friki tras años y mudanzas acabé en contenedor azul de reciclado.

    hoy estoy aquí en un oscuro contenedor de papel y cartón esperando que me lleven ituren para reencarnar me en Dios sabe que en otro libro o una simple caja de cartón una revista del corazón un periódico local o un panfleto publicitario del supermercado de turno a mis casi 40 años estoy viejo amarillento y manoseado y cuarteado.



    el aspirante a escritor le mete en un cajón junto a sus novelas inéditas escribir títulos y sinopsis de estas mismas de que van en las estantería primera y luego en cajón de escribir también los libros que tenía en la estantería. en mesita junto del escritorio junto del escritorzucho con el ordenador encendido tan silencioso qué diferente a la máquina de escribir con la que fui concebido una olivetti con la que John Monroe ánimo de Juan Manuel montes me escribió también estuve en un kiosco de La rondilla cada semana estaba en una casa perdí la cuenta de los dueños y lugares que tuve donde estuve algún militar también escribir cuartel de artillería del pinar los calabozos y las guardias cosas de la época coches primeros supermercados etc.



    describir también programas de la televisión en blanco y negro cuando acaba la programación y comenzaba la carta de ajuste uno de mis sueños me habría y leía hasta las tantas de la madrugada ahora ya hago en un sucio y oscuro contenedor azul de papel y cartón reciclado esperando ser triturado hecho pulpa de nuevo y reencarnarme.



    describir también las colecciones de cromos y el ambiente de Cantarranas II PENICILINO los domingos por la mañana en aquella época de comienzos de los 80 qué tiempos aquellos en los que te llevaban en el bolsillo de la camisa entrabas en un concurrido a tasca o bar de barrio lleno de humo y algarabía hoy a hablar de fútbol y política abre hacía la ruta entera de los bares de barrio la gente habla de los programas de televisión de la noche anterior del un dos tres etc.



    detenerse más en las historias de cada lector del bolsilibro uno también leía la colección de ciencia ficción de Orbis azul de Domingo Santos antologado otros los me pinta rage avant corazones los militares sobre todo y otros hacían cuentas en mis hojas más libres de letras del principio del final de la novela guardado junto a tebeos de la espada salvaje de Conan contar la sinopsis del libro una venganza algo muy tópico y leche tiraban de cliché y escaleta basándose sin saberlo en el esquema el camino del héroe la familia de John Monroe había venido desde Zamora buscando futuro que aquella tierra prospera me podría brindar lo que no podía hacer aquella lejana tierra de pastores que no podía darse lo.

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  3. Contar también la historia de John Monroe, en su día a día: cómo iba a trabajar a las oficinas de la editorial con su Seat 127 rojo; la redacción, los guiones y la escritura diaria, secuenciación por capítulos, tramas, más de ocho horas de trabajo y para casa. Te vas y sigues pensando en la historia, siempre en tu cabeza. Tiene mujer e hijos. Apuros económicos. Cómo es su vida social, amigos, familia, bares como punto encuentro, etc

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  4. La ciudad de los duendes.

    Se encuentran restos arqueológicos de una ciudad en miniatura en un claro del bosque gurufo, en un meandro despoblado de árboles, q sin duda pertenece a duendes, frente a creencia popular q viven bajo tierra entre las raíces de los árboles.
    edificios destacados en piedra y el resto en madera. describir. una inscripción con dibujo de León de los oga León.

    Para el que no lo conozca, el Bosque Gurufo es un extenso pinar entre las poblaciones de Tudela de Duero y Herrera de Duero, teniendo por límites el río al norte y la carretera que une ambas localidades anteriormente citadas por el sur.
    La mayor parte de la arboleda está compuesta por pinos piñoneros, aunque también se pueden encontrar más salteados, sabinas, acebos, árboles de ribera y matorrales diversos. Entre sus ramas, sombras y subsuelo viven y se esconden multitud de especies animales como pueden ser zorros, serpientes, tortugas de tierra, lagartijas, búhos, abejarucos, palomas, conejos, incluso algún corzo o jabalíes.
    Su nombre real es el de Pinar de Santinos, pero los lugareños lo conocen como el Bosque Gurufo, pues aseguran que allí viven los duendes homónimos y qur es un lugar mágico, en el que se siente algo especial cuando te adentras en él.
    En el descampado de "las corraladas", casi ya llegando a Herrera de Duero, se descubrieron hace unos años unos restos de cerámica con grabados y algunas monedas de pequeño tamaño. En un principio se creyó que podían ser juguetes de niños en lo que parecía ser un asentamiento vacceo o romano, pero más tarde, tras realizar unas catas, el arqueólogo Jorge Santiago se extrañó también del tamaño de los edificios, de sus cimientos, inusualmente pequeños; realmente una ciudad en miniatura.
    Parece claro que en algún momento del pasado alguien o algo destruyó la ciudad de los duendes, o tal vez la abandonasen sin más para vivir bajo el suelo, junto a las raíces de los árboles. Sea como fuere, la ciudad no sobrevivió a los embates del tiempo y quedó sepultada hasta que Jorge Santiago la desenterró como un hallazgo anterior a los hallazgos fortuitos se encontró el famoso símbolo del león.

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  5. Muy pocos saben lo que pasó realmente. La ciudad de los duendes fue arrasada por un dragón que llegó al bosque para esconderse en la Cueva Grande, junto al río, donde por aquel entonces vivían los duendes gurufos, para dormir allí los cien años que suelen dormir los dragones. Éstos se fueron a vivir al Claro del Bosque, donde hicieron su ciudad, con sus murallas, calles y edificios. Pero transcurridos los cien años de sueño del dragón, éste despertó y arremetió contra la ciudad que con tanto esmero habían construido los duendes, viéndose obligados a ocultarse en las oquedades de la bases de los árboles y sus raíces. J. Santiago, el arqueólogo que descubrió el yacimiento, creyó en todo momento que la ciudad fue devastada por un incendio, por los vestigios hallados; es obvio que nunca se le pasó por la cabeza que pudiera haber sido un dragón el causante de tamaño desastre.
    Y es que pocos saben la verdadera historia, lo que realmente ocurrió; pero tranquilos, yo os lo voy a contar con todo detalle.
    Hubo un tiempo en que los duendes gurufos vivían en la Gran Cueva junto al río, hasta que llegó el dragón Escupefuego y los desterró de su hogar, para procurarse él cobijo en el que poder dormir el sueño de cien años que duermen todos los dragones. Entonces construyeron la ciudad en el Claro del Bosque, y como los duendes no son por naturaleza rencorosos, ni vengativos, no tomaron represalias contra el dragón y le dejaron dormir, mientras vivían tranquilos en su nueva y próspera ciudad.
    Pero tras la destrucción de ésta, al despertar el dragón, y movidos más bien por la desesperación que por cualquier otro sentimiento, se reunieron en asamblea y decidieron ir a buscar al afamado duende Gorobin, el único duende del que se sabía o decían que había matado a un dragón. Preparan una comitiva y van en su busca, hacía un recóndito valle entre las montañas azules, que es donde vive Gorobin. Le encuentran y convencen. Mata al dragón y todos celebran volver a vivir sin miedo y en paz en el bosque Gurufo.

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  6. Comienza el cuento con una noticia de prensa en periódico local en la que unos excursionistas o senderistas encuentran por casualidad unos curiosos restos arqueológicos en las corraladas que parecen juguetes antiguos, romanos o celtíberos. J. Santiago, arqueólogo de la universidad, realiza trabajo de campo y se hace cargo de las catas y excavaciones arqueológicas y descubre la ciudad incendiada en miniatura. Terminada la excavación, se elaboran diferentes hipótesis y conclusiones: construcciones de recreo infantiles quemadas por accidente o deliberadamente. Pero los lugareños hablan de la desaparecida ciudad de los duendes.
    Describir cueva, dragón de vientre dorado y escamas en lomo rojas, azules y plateadas; las montañas azules y sus valles.

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  7. Alteria.

    Yo he estado alguna vez allí,
    entre los verdes prados
    y las oscuras colinas...
    Recuerdo el murmullo de plata
    del arroyo cantarín
    y las bestias calmando en él
    esa sed que se apaga con el agua.
    Mas hay otra,
    en los corazones intrépidos,
    que no se sacia nunca
    y busca siempre horizontes lejanos
    más allá de este sereno valle.
    Y ese corazón encuentra un barco,
    en la distancia,
    con las velas extendidas,
    cuyo capitán persigue sueños imposibles.
    Y recorre mares y océanos,
    asciende altas montañas,
    y se acerca a las ciudades,
    hasta acabar cansado del viaje
    y cegado por el rubicundo Sol
    de un atardecer otoñal;
    aunque no lo suficiente
    como para no poder distinguir
    de nuevo su casa
    en este recóndito valle
    de verdes praderas,
    rodeadas de oscuras colinas.

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