El otro día fue la final de un exitoso programa de TV denominado Gran Hermano, y aunque ni he sido, ni soy seguidor del reality en cuestión, no me es ajena su repercusión mediática, que quieras o no, algo te llega a los oidos o la vista.
El caso es que me he puesto a analizar las similitudes del programa con la obra de Orwell a la que hace expresa referencia (1984) y no he hallado más parecido que el personaje tomado para el título del espacio televisivo. ¿Dónde está el mensaje de Orwell? ¿Dónde la crítica social y política? El programa frivoliza sobre la vida de unas personas que aceptan voluntariamente ser recluidas en una casa para ser grabadas las 24 horas. En la distopía de Orwell, la gente vive en una dictadura, oprimidos, vigilados (física y psicológicamente) y sin libertad real.
Así que lo dicho, a parte del nombre, poco más tienen en común la novela y el espectáculo televisivo que desvirtua, gracias a Dios, el futuro que Orwell imaginaba...
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